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    What do young people expect from Europe? For instance, we want to talk about all the possible topics, without taboos, censorship and reluctances. We would like to dialogue and negotiate for achieving great improvements not only to European youth, but also to all the others in the world, in order to have better future opportunities. We want to break all kind of frontier or limitation, temporal or spatial, physical, psychological political, economic, social or cultural or age limit. We want to go beyond, to the important center of the question, we don’t desire to be distracted outside of reserved areas. We desire to face responsibilities, to be challenged, to have big aims that may seem unattainable. We want to express what is inside of us, our dreams and expectations, our conquest, our big or small succeeds, our bigger or smaller failure. We want to be asked the impossible. To make it possible. To do everything to make it happens. To get collective aims but personal ones too.

    It is easy to say what youth is waiting from Europe. We are waiting make our dreams come true, dreams about freedom, solidarity, social awareness, employment, knowledge, culture. In summary, human development.

    I may not represent all young people in the world. It would be too ambitious. But I will talk about a part of it. Those of 1985-1990’s generation, a huge quantity of people making big efforts for reinvent ourselves and support the tragic historical moment that we are suffering. As to migrate to other countries, be employed in different issues except the one for which you are more trained, to come back home, to wait better situation, to never finish the training period: high school, bachelor, master, another course of expert at something, language or informatics course, think about PhD… At least four more years doing research. They induce us to pay a fortune to study, but then when we need to acquire practical experience they don’t allow us to obtain it. Even considering the fact that always it is a compulsory requirement for mainly job opportunities… It’s really disappointing.

    It’s complicated to explain what “Europe” represents to youth. From my point of view, “European Commission” means power and control, joint countries to improve economical relationships and people international exchange. I believe young people want to breathe calm, to bring new ideas into our competitive and full of conveniences world. Let us bring the revolution, traduced in new glances to the History roots. Let us consider all that wealth from the perception of someone who is just starting to discover everything. With the honest desire to understand how people are, why wars explode or why inequality exists. And listen to what we have to say and do it. Because these will not be empty words. Instead, our words are full of ideas, enthusiasm and commitment to the world.

    Young people do not want to have to ask for a special space in which do not disturb adults, those who do important things. We are ready, brave and hardworking people. We give a hundred percent, we do not mind to be mocked because above all we are authentic, unique and genuine. We like to demonstrate that we are able to give our best, but also work as a team and to have a hand to hold in difficulty.

    Nothing less than the future of Europe is at stake. To grab the world and change it, to turn it more honest, human and liveable for everyone.


    The European Voluntary Service (EVS) is a project of the European Comission  to promote international mobility among young people between 18 and 30 who want to participate as volunteers in other European countries. From 2014 EVS is included as part of the new program Erasmus Plus.

    ¿Qué esperamos los jóvenes de Europa? Por ejemplo, queremos hablar de todos los temas, sin tabús, sin reservas, sin censuras. Nos gustaría dialogar y negociar para lograr grandes mejoras para la juventud europea y de todo el mundo, para tener mejores oportunidades de futuro. Queremos romper todo tipo de límite o barrera, espacio-temporal, generacional, ideológica, física o psicológica, política, económica, social o cultural. Queremos ir más allá, hasta el núcleo importante de la cuestión, no que nos mareen en las lindes de zonas restringidas o reservadas. Queremos que nos den responsabilidades, que nos propongan retos, metas altas que puedan parecer inalcanzables. Queremos poder expresar aquello que hay en nuestro interior, nuestros sueños y grandes objetivos, nuestras conquistas, nuestros grandes y pequeños éxitos y nuestros fracasos mayores o menores. Esperamos que nos pidan imposibles. Para dejarnos la piel en conseguirlos. Conseguir objetivos colectivos pero, por supuesto, también propios y personales.

    Es fácil decir qué es lo que espera la juventud de Europa. Esperamos poder cumplir nuestros sueños, sueños de libertad, solidaridad, compromiso social, trabajo, aprendizaje, cultura. En resumen, desarrollo humano.

    Tal vez no puedo hablar en representación de toda la juventud del mundo… Sería demasiado pretencioso. Pero sí de una parte de ella. Los jóvenes de la generación del 85 al 90, somos una marea de gente que nos estamos partiendo la cara para tratar de reinventarnos y de torear con elegancia los envites del momento históricos concreto que nos ha tocado vivir. Como emigrar a otros países, trabajar de todo menos de aquello para lo que has estudiado, volver a casa, esperar tiempos mejores, no terminar nunca de estudiar: el bachillerato, la carrera, el master, el otro máster, los cursos de lengua y de informática, el curso de experto en “x”, el curso de ocio y tiempo libre, te planteas el doctorado… ¿Mínimo cuatro años más estudiando o investigando? Nos inducen a dejarnos una fortuna en estudiar y cuando pedimos que nos den trabajo nos exigen una experiencia mínimo de uno, dos o tres años que nunca nos han permitido desarrollar. Es realmente desolador.

    Es complicado explicar lo que “Europa” representa para la juventud. Según mi punto de vista, concretamente la Comisión Europea significa poder y dominio, países que se unen para que la economía funcione mejor y la gente tenga más facilidades para ir de un lado a otro. Pienso que los jóvenes lo que queremos es que nos dejen respirar y aportar nuevas ideas dentro de este mundo lleno de intereses y conveniencias. Que nos dejen aportar la revolución, en el sentido de revisar los cimientos de los que procede todo el inmenso árbol de la historia y el transcurrir de los acontecimientos. Y contemplar toda esa riqueza con el sentir de alguien que está descubriendo el mundo y queriendo entender por qué la gente es como es, por qué se llegan a desencadenar guerras, por qué existe la desigualdad en el mundo. Y escuchar lo que tenemos que decir y ponerlo en práctica. Porque no son palabras vacías. Son ideas llenas de entusiasmo y compromiso con el mundo.

    Los jóvenes no queremos tener que pedir un espacio en el que no molestemos a los demás, a los mayores que hacen las cosas serias. Los jóvenes estamos preparados, somos valientes y luchadores. Nos entregamos al cien por cien y nos dejamos la piel por aquello que creemos. No nos importa que nos señalen o que se rían de nosotros porque por encima de todo somos auténticos, únicos, irrepetibles y genuinos. Nos gusta competir para demostrarnos que somos capaces de dar lo mejor de nosotros mismos, pero también trabajar en equipo y que nos echen una mano en un momento de dificultad.

    Nada más ni nada menos que esto. Tener la oportunidad de cambiar Europa y el mundo y hacerlo más sincero, más auténtico, más humano, más habitable para todos.


    El Servicio Voluntario Europeo (SVE) es un proyecto de movilidad internacional de la Comisiòn Europea dirigido a jóvenes de entre 18 y 30 años que quieran participar como voluntarios en otros países de la Uniòn Europea. Desde el 2014 el SVE está incluido dentro del nuevo programa Erasmus Plus.


    Non saranno parole vuote

    Che cosa ci aspettiamo noi giovani dall’Europa? Molto, ad esempio parlare di tutte le questioni, senza tabù, senza riserve, senza censura. Vorremmo parlare e trattare per ottenere grandi benefici per la gioventù mondiale e non solo per quella europea, con l’obiettivo di conquistare migliori opportunità di futuro. Vogliamo superare limiti o barriere spazio-generazionali, ideologiche, fisiche o psicologiche, politiche, economiche, sociali o culturali. Noi vogliamo andare oltre l’importante nocciolo di una questione, non ci piace essere lasciati fuori delle aree riservate a pochi. Vorremmo avere responsabilità importanti, sfide e obiettivi alti che a qualcuno potrebbero sembrare irraggiungibili. Vogliamo esprimere ciò che c’è dentro di noi, i nostri sogni, i nostri successi grandi e piccoli e i nostri fallimenti. Vogliamo che ci sia chiesto l’impossibile per renderlo possibile. Vogliamo raggiungere obiettivi comuni senza trascurare quelli personali.

    È facile dire che cosa aspettiamo noi giovani dell’Europa. Vorremmo poter realizzare i nostri sogni di libertà, solidarietà, impegno sociale, lavoro, conoscenza, cultura. Insomma, di un autentico sviluppo umano.

    Non posso rappresentare tutti i giovani dal mondo, sarebbe troppo pretenzioso. Ma certamente posso rappresentare quelli della generazione 1985-1990: una marea di persone che stanno cercando con ogni forza di reinventarsi nel confronto con il momento storico che stanno attraversando. Migrare verso altri paesi, lavorare in ogni campo tranne quello in cui siamo laureati, tornare a casa, ragionare su cosa stiamo facendo bene e su cosa stiamo facendo male, aspettare tempi migliori, mai finire il percorso formativo: liceo, laurea, master, corsi di lingua e informatica, corso di esperto nel tema “x”, forse dottorato… Minimo quattro anni di ricerca. Siamo indotti a spendere una fortuna per studiare. Quando però abbiamo bisogno d’iniziare a svilupare l’esperienza professionale è troppo tardi o ci sono tantissimi altri che chiedono lo stesso e alla fine si deve lavarore gratis oppure pagare per fare uno stage o un tirocinio. Chi può permettersi questo investimento?

    È complicato spiegare che cosa l’Europa rappresenti per la gioventù. Secondo me, concretamente la Comissione Europea significa potere e dominio, è l’espressione dei Paesi che si sono uniti per rendere l’economia più forte e per consentire a tutti i cittadini di muoversi liberamente sul territorio europeo, anche i giovani. Noi giovani vogliamo portare nuove idee in un mondo d’interessi e convenienze. Cerchiamo di portare una rivoluzione, nel senso di rivedere le radici della storia attuale e guardare tutta questa ricchezza con lo sguardo di chi sta ancora scoprendo il mondo e vuole capire perché le persone sono come sono, perché vengono scatenate le guerre e perché c’è la disuguaglianza. Occorre che gli adulti ascoltino quello che abbiamo da dire e proporre. Perché non saranno parole vuote. Saranno parole piene di idee, d’entusiasmo e d’impegno per la vita e la società.

    Noi giovani non vogliamo avere uno spazio marginale dove non disturbare coloro che sono importanti, quelli che fanno le “cose serie”. Noi giovani siamo pronti, siamo coraggiosi e combattivi. Facciamo tutto per difendere ciò in cui crediamo. Non c’interessa se sembriamo buffi oppure immaturi: siamo autentici. Ci piace competere per dimostrare che siamo in grado di dare il meglio di noi stessi, ma anche siamo capaci di lavorare insieme con tutti, anche quando c’è un momento di difficoltà.

    In sintesi, chiediamo di avere realmente la possibilità di cambiare l’Europa e rendere il mondo più onesto, più autentico, più umano e più abitabile per tutti.


    Il Servizio Volontario Europeo (SVE) è un progetto della Commissione Europea di mobilità internazionale che si rivolge a giovani tra 18 e 30 anni che vogliono impegnarsi come volontari in altri Paesi Ue. Dal 2014 lo SVE è incluso nel nuovo programma Erasmus Plus.

     

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      Rosa María Romero Pérez

      European Voluntary Service (EVS) Spain-italy
      Servicio Voluntario Europeo (SVE) España-Italia

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